La librería y la biblioteca son dos de las raras instituciones capaces de reconstituir alrededor del libro la sociabilidad que hemos perdido.”
Escribir sobre las librerías universitarias es adentrarse en un mundo que está plagado de consideraciones que relatan lo cotidiano de la vida universitaria con relación a los libros y que junto con las bibliotecas y las editoriales hacen al mayor y mejor acercamiento de la comunidad particular y de la sociedad en general con el conocimiento.
En el presente escrito no existe la pretensión de sistematizar la tipología de las librerías universitarias, simplemente se trata de describir esos espacios particulares y sus implicancias en contexto, espacios que contienen puntos comunes aun cuando las características propias las hagan susceptibles de diferenciarse. Las conversaciones asiduas con colegas y responsables de las librerías universitarias de las instituciones que integran nuestra Red de Editoriales Privadas (REUP), sumadas a múltiples lecturas e intercambios de opiniones en diversos encuentros nacionales e internacionales, son el sustento que avalan las ideas que aquí compartimos.
Es una mirada desde la experiencia de habitar la universidad y desde la pasión por los libros. Soy editora pero la vinculación con las librerías es inescindible por ese encuentro permanente para la búsqueda de todo título que atrape. Una mirada descriptiva y coincidente la encontramos en un artículo publicado en Contraportada (Verón y Mihal, 2019).
La definición que lleva a decir que una librería es un lugar donde se venden libros, y que como acepción no falta a la verdad, nos lleva a afirmar que restringe el panorama de lo que sabemos condensa una librería, de las vivencias que se protagonizan en una librería, de lo que se espera de una librería.
Los orígenes de los espacios destinados a las librerías universitarias en nuestro país y específicamente en las universidades de gestión privada son disímiles en cada institución; motivos varios que se vinculan a reducir costos de las compras destinadas a las bibliotecas, espacios para la venta de las producciones de la editorial universitaria, disposición de títulos que los estudiantes e investigadores requieren asiduamente, etc. Así, despaciosamente fueron conformándose, en la mayoría de los casos, nuestras librerías universitarias.
Comenzando su andar, la cotidianeidad fue transformadora y provocadora para iniciar nuevos desafíos, requiriendo ser proyecto con metas a alcanzar en el mediano y largo plazo; proyecto tendiente a la consolidación del espacio que involucrara a diversas iniciativas culturales e ir más allá del ofrecimiento de los catálogos de las propias editoriales induciendo a los responsables a que fueran encontrando diversas líneas para potenciar a sus librerías.
En el presente, las librerías de las Universidades Católica de Salta, Católica de Córdoba, Católica de La Plata, Católica de Cuyo, Católica de Santa Fe, Aconcagua, Adventista del Plata, Santo Tomás de Aquino, Juan Agustín Maza, Católica Argentina, solo a modo de ejemplo, ofrecen los catálogos de sus propias editoriales, de editoriales de la REUP, de editoriales independientes y comerciales, realizan presentaciones de libros y exposiciones de diferentes expresiones artísticas.
La necesidad y el desafío de un proyecto
Partiendo de la búsqueda de ampliar la visibilidad y la difusión de la producción editorial y poniendo a disposición del público títulos de calidad científica, académica y cultural que producen las propias y otras editoriales comerciales e independientes, estas librerías abonan a la democratización del conocimiento a través de la constitución de un espacio de encuentro de actores vinculados con la ciencia, el arte y la cultura.
Como todo proyecto fue necesario establecer objetivos claros y medibles en el tiempo que fueran dando cuenta de los avances o retrocesos de aquello que anidó el ánimo inicial pero que fue requiriendo de planificación e involucramiento de actores institucionales; objetivos expresados en consonancia con la propia identidad de la institución que las contiene y con el respeto y adhesión a su visión y a su misión. No todas nuestras librerías nacieron con la identidad marcada desde sus comienzos, sino que la fueron encontrando con el correr del tiempo.
No soslayamos que son múltiples los factores que inciden para la concreción satisfactoria de un emprendimiento, aquí, basándonos en la experiencia, surgen dos objetivos prioritarios que no pueden estar ausentes en el plan de desarrollo de una librería universitaria y hacia cuyo logro debería encaminarse desde los inicios: procurar la capacitación para la profesionalización de quienes estén a su cargo y promover la auto sustentabilidad del proyecto.
Capacitación para la mejor atención, para enfrentar los desafíos que surgen, para la búsqueda, para responder a las solicitudes, para la expansión, para adentrarse en el ecosistema del libro como modo de responder a las necesidades de los tiempos y los nuevos formatos que se instalan, para disponer de bases informatizadas completas de los catálogos que ofrece.
Por su parte, procurar que la librería universitaria sea auto sustentable hace a su crecimiento y expansión; depender exclusivamente de un presupuesto asignado por la universidad restringe y limita el alcanzar las metas propuestas.
Editoriales y librerías universitarias
Las universidades argentinas tanto de gestión pública como de gestión privada están situadas a lo largo y a lo ancho del vasto territorio de nuestro país, con aproximadamente 70 editoriales universitarias, habiendo iniciado más de la mitad de ellas el camino de la propia librería. En el panorama se detectan claramente zonas con alta concentración y otras, con un marcado espíritu que abona la identidad regional, todo lo cual genera una riqueza que no podemos ignorar como actores de la cultura y, a su vez, nos interpela a pensar sobre la posibilidad de iniciar acciones conjuntas para acrecentar la visibilidad de los catálogos, contribuir a la mejor distribución, cumplir con la función social que nos anima y en el marco de las coincidencias de la identidad que nos cobija.
A modo de conclusión
He compartido simples apuntes que constituyen notas distintivas de las librerías de las universidades que integran la REUP, nacidas al servicio de la comunidad universitaria pero que, con sus logros, comenzaron a expandirse como espacios disponibles a contener expresiones artísticas diversas, a profesionalizarse, a promover la sostenibilidad, a estar atentas a las necesidades de los distintos estamentos, en algunos casos, a la sociedad por su ubicación privilegiada, a ofrecer catálogos diversos, a agudizar la creatividad para su crecimiento.
Quedan pendientes algunos saltos cualitativos, cuyo bosquejo hemos enunciado y que contribuirán sin dudas a ampliar la visibilidad porque una librería universitaria también puede mostrar mucho de aquello que no se conoce. Todo lo vinculado a los libros genera pasión, esa pasión que no solo es esencial sino provocativa para generar las sinergias que el contexto actual nos reclama.
Referencias bibliográficas
- Chartier, R. (2018). Bibliotecas y librerías: Entre herencias y futuro. CERLALC.
- Verón, D. y Mihal, I. (2019). Librerías, edición y universidades nacionales en la Argentina: primeras aproximaciones. Contraportada, 4, 16-25.